21 septiembre 2005

Por la puta!!!

Estoy indignada, impotente, bajoneada, todo lo que se pueda pensar, porque ayer gasté 14 lucas de un estrechísimo presupuesto familiar para terminar luciendo como una imbécil.

Desde hace tiempo que decía que me sentía estancada y cosas similares, y de repente se me ocurrió que podía deberse a un factor de rutina que nunca había tenido en mi vida más adulta: no cambiaba mi color de pelo ni me lo cortaba desde hace miles de meses, porque hábía llegado a adorar ese rojillo y trataba de tener el pelo largo para darle un gusto al Sebi. El asunto es que quizás precipitadamente llegué a la conclusión de que quería cambiar el rojo, que me quedaba bien pero que ya era mucho tiempo, y que en verdad el pelo largo, por más que me doliera no me venía en absoluto, porque me hacía ver "más gorda y más vieja" (palabras de mi mamá que me impulsaron a tomar medidas de las cuales no estaba segura). La cosa es que yo sólo me corto el pelo 1 o 2 veces en el año en la peluquería, y el resto de las veces lo hago yo misma,porque sólo confío de los peluqueros de Fernando Pavez, pero allí el corte vale 16 lucas, pero esta vez mi mamá me dijo que conocía un fletito amoroso que cortaba el pelo por 3900 (digo fletito únicamente porque odio al conchesumadre y le deseo lo peor en este momento aunque lo lamente).

En un momento de la tarde antes de salir al centro tuve un breve esbozo de arrepentimiento, pero finalmente salí, y caminé hacia la peluquería "Playboy" (aweoná! me debería haber fijado en que el nombre ya me lo decía todo!!!)
me costó encontrar la cosa, mi mamá me había dado indicaciones confusas... y yo me arrepiento tanto de haberla llamado para poder encontrar el puto lugar, pero lo hice.

El peluquero era un tipo con unas mechas largas de patillas, los dientes chuecos, mal aliento, chico y shulo, pero a pesar de darme cuenta de que no me convencía, supuse que dado el presupuesto familiar no me quedaba de otra... craso error, me quedaba de mis propias tijeras.

Le pedí al imbecil (Carlos Valdeavellano se llama) que me dejara el pelo largo y me lo aclarara, y para no aburrir con detalles idiotas, el resultado es que me lo dejó castaño y me lo cortó como hombre.

Ahora no me interesa salir a la calle, juntarme con nadie ni menos mostrar cómo mierda me dejó el maraco, así es que sólo me limito a hacer mis descargos acá

Ah! cuando le dije al tipejo: "oye, pero yo te pedí que me lo aclararas" lo único que me respondió fue :"Bueno, lávatelo harto y se te va a aclarar"

Así es que les dejo el dato a todos ustedes: Nunca vayan a la peluquería Playboy, ubicada en Merced, entre San Antonio y Mac Iver, y si por desgracia llegan allá, jamás se atiendan con Carlos Valdeavellano.

3 Comments:

At 25 septiembre, 2005 03:35, Anonymous Anónimo said...

:"Bueno, lávatelo harto y se te va a aclarar"

wuaaJAjajAJjaJAJjajJAJajA xD!!!!!!!
nadie puee po wn xD
hahaha wenisimo tu blog
=D





osa.

 
At 06 octubre, 2005 14:35, Anonymous Anónimo said...

Eso del pelo a quien le interesa.el pelo crece luego tiene remedio.Nunca lo dejan taann mal,es cosa de percepcion.,lo quiero ver malo y lo veooo reee malo.El tema es trivial. CORTARSE EL PELO CON UN PELUQUERO.Rutina de las mujeres.Que le quedo mal ....forma de llamar la atencion.Hay que saber pedir el corte,es cosa de comunicarse BIEN.

 
At 06 octubre, 2005 22:08, Blogger Mariposa said...

JuajaJajAAAAAjajaUjajaaaa......

 

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